El director general del AVE, Juan Luis Martín Cuesta, presentó hoy los resultados de la unidad de negocio de alta velocidad de Renfe en 1998 y sus previsiones para este año, en las que se incluye iniciar la conversión del servicio en un "puente ferroviario" a partir del próximo mes de abril.

Martín Cuesta explicó que el 5 de abril se aumentarán las frecuencias de trenes AVE Madrid-Sevilla, a los que se añadirán en los meses siguientes más trenes lanzaderasTalgo 200 que usan la misma línea de alta velocidad para llegar a Cádiz, Huelva y Málaga, En algunos días y horas punta ya tendrán la configuración final de un tren cada 30 minutos en ambos sentidos.

"A medida que esta apuesta dé resultados y haga crecer la demanda", dijo el responsable del AVE, "seguiremos aumentando las frecuencias a los demás días de la semana".

De momento, la dirección del AVE ha decidido aumentar las frecuencias a 30 minutos en las horas más tempranas del día y en las que cinciden con los finales de jornadas laborales -las cuatro y las siete de la tarde- para que la oferta incida en unos de los principales atractivos del "puente ferroviario": salidas y llegadas regulares con periodicidad suficiente para regresar en el mismo día.

Los responsables de Renfe señalan que esta apuesta, de momento, no supone la compra adicional de trenes, por lo que es previsible una mejora de la productividad, que se traducirá en un incremento de los ingresos y de los beneficios desde este añ.

Para 1999, Martín Cuesta situó los beneficios previstos del AVE en torno a los 3.000 millones de pesetas, un 6% por encima de los 2.600 millones registrados en 1998. A su vez, el resultado del año pasado representó un incremento del 562% respecto a 1997.

Los responsables de AVE calculan los ingresos de la unidad de negocio en torno a los 30.000 millones de pesetas, aunque admiten que se trata de una previsión muy moderada que puede verse superada a lo largo del ejercicio.

El año pasado, lo ingresos de la unidad de negocio del AVE ascendieron a casi 27.000 millones de pesetas, con un incremento del 10,5% respecto al año anterior.

De esos ingresos, unos 3.000 millones corresponden al negocio no ferroviario, es decir, explotación de estaciones. Por el contrario, los gastos se situaron en unos 20.700 millones de presetas, con un aumento del 2,8%.