Estas dos estaciones son utilizadas diariamente por más de 35.000 viajeros, lo que las convierte en dos de las más concurridas de España.

Ambas pertenecen a la línea Móstoles-Embajadores (C-6 de cercanías), que es la más frecuentada del país, con unos 115.000 viajeros diarios.

Renfe ha decidido aprovecha el descenso de demanda que se produce en agosto para acometer las obras "con absoluta urgencia", de manera que los vestíbulos puedan estar a pleno rendimiento a finales de septiembre.

En esas fechas está prevista la entrada en funcionamiento de la ampliación Embajadores-Atocha, con lo cual la línea C-6 quedará conectada al centro de Madrid e integrada en el conjunto de la red de cercanías.

Este nuevo servicio permitirá que sean los mismos trenes los que funcionen en las líneas C-6 y C-5 (Fuenlabada-Atocha), que mantendrán sus frecuencias habituales de cinco minutos durante las horas puntas.

La compañía ferroviaria prevé un incremento en la demanda del tren de cercanías en estas dos líneas, ya que no será necesario efectuar transbordo, lo que dará más movilidad a los viajeros.

Las obras ahora iniciadas prevén una importante ampliación de los vestíbulos de ambas instalaciones y una mejor distribución de los puntos de venta de billetes, así como la instalación de torniquetes de control de cceso.

Previamente a la realización de estos trabajos, la Gerencia de Cercanías de Renfe en Madrid mantuvo reuniones con los ayuntamientos afectados, para informarles de las inversiones que la empresa va a realizar en las dos estaciones.