Los respresentantes de los trabajadores reclaman a la compañía la reclasificación de unos 15.000 trabajadores afectados por un bajo nivel retributivo, aspecto que según la dirección costraría unos 3.800 millones de pesetas, mientras que los sindicatos afirman que la medida suondría sólo unos 600 millones.

Desde la compañía ferroviaria opinan que las medidas que los sindicatos exijen supondría una subida lineal de unas 15.000 pesetas por trabajador al mes para un colectivo de unos 15.000 empleados.

En la empresa afirman que el seguimiento de los paros -hoy era la segunda jornada de protesta convocada- está siendo bajo, ya que sólo 900 trabajadores han secundado el paro, sobre algo más de 10.000 que podrían haber dejado de trabajar.

Desde la dirección informaron qe la última oferta de la empresa consiste en iniciar ahora un proceso gradual de revisión de las clasificaciones en las categorías laborales más bajas y una adecuación de las primas que cobran, de manera que se le otorgue un plazo de dos meses para llevarlo a cabo.

Esta propuesta ha sido motivo suficiente para que el sindicato UGT haya decidido seguir la negociación descolgándose de los paros mientras que CCOO y CGT, mantienen las protestas como presión durante las conversaciones.