RENF AMENAZA AL SEMAF CON UN DURO AJUSTE DE MAQUINISTAS

MADRID
SERVIMEDIA

La dirección de Renfe está dispuesta a implantar en toda la compañía el sistema de "agente único", un sólo maquinista en cada tren, que se aplica en los servicios de cercanías, como respuesta a la falta de acuerdo en la negociación de convenio con este colectivo de trabajadores y su sindicato, el SEMAF.

Lamedida implicará un duro ajuste de plantilla entre los conductores de trenes y sus ayudantes, un colectivo que ronda los 6.000 trabajadores en todo el país.

Según ha sabido Servimedia en fuentes solventes, la dirección de recursos humanos ha remitido una carta en las últimas horas al presidente del Comité General de Empresa, en la que le anuncia la apertura de un período de consultas de al menos 15 días para ver la forma en que se podría llevar a cabo la reestructuración de la plantilla de maquinistas

Las fuentes consultadas aseguran contar con el apoyo legal suficiente como para llevar a cabo el ajuste de maquinistas sin necesidad de pactarlo con el colectivo, y justifican la medida en la imperiosa necesidad de la compañía de mejorar su competitividad como ya se ha hecho en Cercanías, y en el conjunto de compañías ferroviarias europeas.

Con esta medida, el equipo dirigido por Mercé Sala da respuesta al bloqueo de las negociaciones entre la empresa y el SEMAF para poner en marcha un ajuste laoral sin traumas contemplado en el plan estratégico, que estipula una "horquilla" de entre 700 y 1.200 excedentes laborales, según los acuerdos de aumento de la productividad y recolocación que el sindicato de maquinistas estuviera dispuesto a aceptar.

Renfe asegura que la medida "no repercutirá en el nivel de empleo", al no provocar excedentes adicionales a los que ya están contemplados en el plan estratégico y el contrato-programa con el Estado, por lo que los efectos sobre la plantilla de maquinists quedan circunscritos a los límites que ya se conocían.

En cualquier caso, la dirección de Renfe parece dispuesta a mantener el criterio inicial de aplicar el ajuste sin traumas que ha defendido desde el principio, llevando a cabo bajas incentivadas, prejubilaciones o recolocando a los excedentes en otras unidades de negocio de la compañía.

Lo que el equipo de Mercé Sala sigue rechazando rotundamente es aceptar la negociación planteada por el SEMAF, que interpreta como un deseo encubierto de salrse de la negociación colectiva con el resto de centrales presentes en el Comité General de Empresa, al reclamar una subida real de sus salarios del 21 por cien, que equivaldría, según sus cálculos, a un incremento de los costes salariales de entre 6.000 y 7.000 millones de pesetas.

(SERVIMEDIA)
19 Ene 1995
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