En un artículo del diario francés "Le Monde", recogido por Servimedia, el presidente de la compañía descarta la posibilidad de que la crisis obligue a cerrar alguna de las fábricas de la compañía en Francia, al menos en el corto o medio plazo.

De hecho, la compañía pretende empezar a fabricar un nuevo modelo de utilitario en su fábrica de Sandouville (Normandía, Francia), en el año 2012. Renault anunció la pasada semana que suprimirá 2.000 puestos de trabajo en sus filiales europeas, como consecuencia de la crisis económica y la consiguiente caída de las ventas.

Por su parte, la dirección se comprometió a hacer todo lo que esté en su mano para "mantener la actividad" en sus factorías.

Además, la empresa considera desmesuradas las reacciones y protestas que este anuncio ha provocado entre sindicatos y políticos. A juicio de Ghosn, alcanzan "un nivel de pasión que no tiene que ver nada con lo que estamos haciendo" en Renault.