Esta propuesta ha sido realizada por las propias cajas, que adelantarían a los remolacheros un mínimo de 3.000 millones de pesetas para que éstos se hicieran con una participación de un 8 a un 10 por ciento de la empresa. Además, las cajas darían facilidades para devolver el dinero.

De esta forma, la oferta encabezada por Ebro Agrícolas estaría conformada por Unicaja, Cja España, Caja de Castilla-La Mancha y Caja de Salamanca, así como los propios remolacheros y la empresa de capital italiano Azucareras Reunidas de Jaen (ARJ).

La Confederación de remolacheros envió una carta al ministro de Agricultura, Luis Atienza, a finales del mes pasado en que mostraba su apoyo a la oferta de Ebro y rechazaba la presentada por la cooperativa Acor, junto al Banco Popular, al entender que podía desplazar la producción de Andalucía y Castilla La Mancha al Duero.

De momento, siuen los contactos entre el Ministerio de Agricultura, el Banco Central Hispano -vendedor de al menos el 37 de su 47 por ciento- y las cuatro ofertas presentadas, para ver si es posible una integración entre alguna de ellas. Aparte de Ebro, han presentado ofertas la cooperativa Acor junto al Banco Popular, Générale Sucriére, y un grupo suizo que opera en Senegal.

Sin embargo, según las fuentes consultadas, estas negociaciones están fracasando debido a la oposición de Acor de integrarse en otra oferta, a que la cooperativa quiere el control integral de Azucarera.

El BCH, por su parte, también impone condiciones, ya que ha rechazado la oferta Acor-Popular, al temer que la entidad presidida por los hermanos Valls Taberner se haga con el negocio financiero que cuenta entre los remolacheros. Además, tampoco quiere que sea Ebro el comprador pues considera que no es conveniente que adquiera Azucarera su más directo competidor.