LOS RELIGIOSOS HACEN AUTOCRÍTICA Y PIDEN A LOS CONSAGRADOS MÁS SENCILLEZ Y HOSPITALIDAD
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La distintas áreas de la Conferencia Española de Religiosos (Confer) han reflexionado y hecho autocrítica ante la crisis económica y piden a los consagrados "un nuevo y decidido testimonio evangélico de abnegación y de sobriedad, un estilo de vida fraterna inspirado en criterios de sencillez y hospitalidad".
Así consta en una carta titulada "La vida consagrada ante la crisis. ¿Simplemente espectadores?", que han remitido a los superiores y superioras mayores de España.
El texto argumenta que el "sistema de pobreza que hemos elegido y las estructuras que lo sustentan -comunidad abosluta de bienes-hace que nuestra vida consagrada sea una vida segura".
"Aunque tal vez los presupuestos comunitarios no lleguen para las necesidades y situaciones que se van presentando, en última instancia, nuestra respectiva congregación sale al paso del problema".
Añade que "nuestra seguridad de cara al presente y al futuro es algo que caracteriza, a niveles económicos, nuestra vida. Ciertamente, nuestra 'pobreza' debe ser un signo alternativo frente a la idolatría del dinero, pero lo que es más cierto y seguro es que la crisis no nos afecta, como personas, del mismo modo que afecta al resto de la gente".
Además, la misiva recoge el siguiente interrogante: ¿cómo podremos compaginar la solidaridad real de una pobreza que 'nos toque en nuestra carne' con una riqueza de medios pupestos a disposición de nuestras obras de evangelización, de caridad, de educación, de espiritualidad?.
A renglón seguido, la misiva también se pregunta ¿qué podemos hacer para ser de veras pobres?, y añade que "se pide a las personas consagradas un nuevo y decidido testimonio evangélico de abnegación y de sobriedad, un estido de vida fraterna inspirado en criterios de sencillez y de hospitalidad".
Además, señala que este modo de vida solidaria "será un ejemplo también para todos los que permanecen indiferentes ante las necesidades del prójimo".
"Este testimonio acompañará naturalmente el amor preferencial por los pobres y se manifestará de manera especial en el compartir las condiciones de vida de los más desheredados. No son pocas las comunidades que viven y trabajan entre los pobres y los marginados, compartiendo su condición y participando de sus sufrimientos, problemas y peligros", concluye la misiva.
(SERVIMEDIA)
12 Dic 2008
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