En la rueda de prensa posterior a la reunión de la Comisión Ejecutiva del PSOE, Rodríguez Zapatero reiteró que ese decreto vulnera los principios de igualdad de todos los ciudadanos y su libertad religiosa.

Los socialistas, explicó, son partidarios de que se respete a los padres que quieran para sus hijos enseñanza de religión católica o de cualquier otra confesión, pero también a los que no desean dar a sus hijos ningún tipo de educación religiosa.

El dcreto del Gobierno no lo hace así, explicó, porque la equiparación de la religión con las demás asignaturas puede provocar que un joven sea o no médico o arquitecto en función de su nota de religión, "y eso es inaceptable".

La "contrarreforma" del Gobierno supondría, en opinión del PSOE, que mientras los países avanzados educan a sus jóvenes para estar preparados ante el siglo XXI, España los retrotrae a los cánones educativos del XIX.