El portavoz de la Ferede, Pedro Tarquis, expresó hoy su oposición a cualquier proyecto "que intente imponer la enseñanza religiosa en la escuela pública, entendiendo como tal tanto que sea una asignatura obigatoria como que su valoración forme parte del currículum".

Para Tarquis, si el Gobierno aprueba un nuevo decreto que dote de más valor académico a la enseñanza de religión, este hecho "supondría un principio de integrismo religioso evidente, y la violación de laaconfesionalidad del Estado, hechos de singular gravedad para los principios de libertad religiosa e igualdad de los ciudadanos españoles".

Las iglesias protestantes defienden que la enseñanza religiosa no debe ser competencia del Estado y consideran que sólo sería admisible en la escuela pública incluir una asignatura que abordara de una forma "lo más objetiva posible y no confesional ni proselitista" la historia y la cultura de todas las religiones.