Su ingreso en un hospital el psado domingo provocó el nerviosismo de sus colaboradores, que no ocultan su preocupación por la ausencia del jefe de la diplomacia en un momento en que Estados Unidos está barajando la posibilidad de lanzar un ataque armado contra Irak, para el que necesitaría el uso de alguna de las bases de utilización conjunta situadas en territorio español.

No se espera la reincorporación del ministro al menos hasta la próxima semana, aunque el martes pasado pasó por su despacho del Palacio de Viana para atender ls asuntos más urgentes.

Fuentes de Moncloa aseguraron que el presidente del Gobierno, José María Aznar, "no tiene ningunas ganas" de sustituir a Matutes, algo que sólo hará en caso de que el propio titular de Exteriores le pida el relevo.

En estos momentos, todo lo relativo a la crisis del Golfo está siendo seguido puntualmente desde la presidencia del Gobierno, con la colaboración de los servicios del Ministerio de Asuntos Exteriores.

El presidente del Gobierno ha estado en contacto permanete con Matutes, por cuyo estado de salud se interesó nada más ser ingresado en el hospital. Ambos mantienen contacto constante para hacer el seguimiento del conflicto entre Estados Unidos e Irak.

El ministro ha reconocido en círculos privados que recibe fuertes presiones de su familia y amigos para dejar el cargo desde que el pasado verano sufriera un infarto.

Matutes es consciente desde entonces de que el ritmo de vida que exige la jefatura de la diplomacia española puede ser incompatible con sunecesidad de cuidar más su salud, razón por la que no descarta en este momento abandonar el Ministerio de Asuntos Exteriores antes de que finalice la legislatura.