El objetivo de estas medidas, que se prevé que el departamento de Energía y Lucha contra el Cambio Climático británico hará públicas el próximo jueves, es conseguir una reducción del 30% en las emisiones domésticas de gases de efecto invernadero, así como la creación de miles de empleos.

Su aplicación es voluntaria para los particulares, pero se prevé que habrá incentivos económicos y programas que beneficiarán a comunidades completas al instalar energías limpias y sistemas para el ahorro y la eficacia energética.

Las organizaciones medioambientales han acogido con satisfacción el proyecto, ya que el 27% de las emisiones de gases de efecto invernadero del Reino Unido proceden de las viviendas.

Sin embargo, han manifestado su preocupación con respecto a la financiación pública que se destinará a estos objetivos, ya que el plan sólo será efectivo si se logra mejorar el aislamiento lo suficiente para reducir las emisiones domésticas un 75%, y para ello será necesario ayudar económicamente a los que tienen menos ingresos para que puedan hacerlo.

Según la Academia para la Energía Sostenible, una inversión de entre 17.000 y 23.000 euros podría representar un ahorro equivalente en las facturas energéticas durante los próximos 10 o 15 años, o incluso en un plazo más breve si aumentan los precios de la energía

Por su parte, una investigación realizada por la Universidad de Oxford en 2007 advierte de que si no se adoptan medidas ahora, las emisiones domésticas de CO2 podrían aumentar un 23% de aquí a 2050, como consecuencia del aumento de la población.