El Departamento de Ingeniería lectrónica de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Telecomunicaciones de la Universidad Politécnica de Madrid y Guillermo Cabezas Conde han sido los galardonados en esta edición con los premios, que concede el Real Patronato de Prevención y Atención a Personas con Minusvalía.

El galardón en la especialidad de Rehabilitación ha sido concedido al departamento de Ingeniería Electrónica de la Escuela de Ingenieros de Telecomunicaciones de la Politécnica de Madrid por su labor de investigación y dearrollo en el campo de las ayudas técnicas para personas con discapacidad.

En la especialidad de Integración, el premio ha sido otorgado a Guillermo Cabezas Conde, ex presidente de la Federación Española de Deportes para Minusváldios, por su pionera e influyente actividad en el deporte para las personas con discapacidad y en la accesibilidad al medio físico.

Cada uno de los premios está dotado con 5 millones de pesetas, aportados por la Fundación ONCE, el de Rehabilitación, y por el propio Real Ptronato, el de Integración.

El jurado, presidido por la ministra de Asuntos Sociales, Cristina Alberdi, concedió una mención de Honor a la Federación Española de Deportes de Minusváldios Físicos, por su destacada labor de incorporación social, que tuvo especial notoriedad con ocasión de los Juegos Paralímpicos.

La finalidad de estos premios es recompensar la labor realizada en un periodo de tiempo no inferior a diez años, por un lado, en el campo de la rehabilitación de deficiencias en sus distinas facetas y, por otro, en orden a la integración de las personas con discapacidad.

En 1981, el Real Patronato de Prevención y Atención a Personas con Minusvalía creó el Premio de la Integración, que fue anual hasta 1983, año en que empezó a entregarse cada dos años.

En 1989 se creó el Premio a la Rehabilitación. Fue ese año cuando se unieron los dos premios en la misma convocatoria y pasaron a denominarse Premios Reina Sofía a la Integración y Rehabilitación.