Esta muestra, auspiciada por la Xunta de Galicia y el Arzobispado de Santiago, pretende crear un museo permanente de la tradición artística gallega y especialmente del arte relacionado con el Camino de Santiago como fenómeno secular. La reina estará acompañada en la inauguración por el presidente de la Xunta, Manuel Fraga; el arzobispo de Santiago, monseñor Antonio María Rouco, y el ministro de Cultura, Jorge Semprún.

También asistirán al acto el nuncio apostólico, monseñor Mario Tagliaferri, y el consejero de Cultura de la Xunta, Daniel Baratta, entre otras personalidades.

El monasterio de San Martín Pinario, según los organizadores de la muestra, es el segundo complejo arquitectónico más importante de España, después de l Escorial. Actualmente está siendo restaurado para albergar la exposición más ambiciosa de toda la comunidad autónoma.

ESENCIA DEL ARTE GALLEGO

El comisario de la exposición, José Manuel García Iglesias, destacó el interés del Gobierno regional por crear un espacio museístico que recogiese la esencia del arte y las tradiciones que se han desarrollado en Galicia a través de los siglos.

La muestra que ahora se inaugura, primera fase de un proyecto que concluirá en 1993 con el Año Jacobeo, incluy las actuaciones de restauración iniciadas sobre el propio edificio, así como cerca de 250 piezas elegidas por su importancia en el patrimonio gallego.

Las esculturas y piezas de orfebrería de la primera etapa podrán ser visitadas en un recorrido diseñado para facilitar su comprensión, dividido en cuatro apartados.

La sección denominada "Las Raíces" está ilustrada con manifestaciones artísticas que abarcan desde la Prehistoria hasta la romanización, con atención preferente a los castros como form de asentamiento humano.

Una segunda sección, "El camino", está marcada por el fenómeno de la peregrinación a Compostela desde todos los puntos de Europa para ver la tumba del Apóstol Santiago, entre los siglos IX y XV, convirtiéndola en la tercera metrópoli más importante de la Cristiandad, después de Roma y Jerusalén.

El apartado "El esplendor", que repasa los siglos XVI, XVII y XVIII, se caracteriza por la defensa española del cristianismo frente al auge de los protestantes, con una gran activdad artística, que se refleja fundamentalmente en maderas policromadas y ricos retablos.

Los dos últimos siglos contemplados en la exposición bajo el epígrafe "La nueva identidad", son un compendio de la evolución hacia el modernismo y el nacimiento de un sentimiento nacionalista, terminando en la superación de fronteras propia de la última década.