LA REINA INAUGURA UNA EXPOSICION SOBRE LA CULTURA AZTECA-MEXICA EN EL MUSEO ARQUEOLOGICO

MADRID
SERVIMEDIA

La reina Sofía inauguró hoy la exposición "Azteca-Mexica. Las Culturas del México Antiguo", que ilustra los aspectos más relevantes del arte y la vida de los pueblos mesoamericanos entre los siglos XIV y XVI y que permanecerá en el Museo Arqueoógico Nacional durante los meses de junio y julio.

Componen la muestra un total de 127 piezas de extraordinario valor histórico, procedentes en su mayoría del Museo Nacional de Antropología, el Museo del Templo Mayor, ambos de la ciudad de Méjico, y otras instituciones de Italia y Bélgica, así como colecciones privadas.

Esta exposición culmina el ciclo sobre "Las culturas indígenas de América en la época del Descubrimiento", organizado por la Sociedad Estatal Quinto Centenario desde el año 1982 yque, según explicó su presidente, Luis Yáñez, ha supuesto el mayor esfuerzo realizado nunca para difundir la historia de las civilizaciones precolombinas.

Antes de los mexica, este ciclo de exposiciones, inauguradas en cada caso en Madrid, Barcelona y Granada, se ocupó de la arqueología taina, la Patagonia, los Andes septentrionales, la Amazonía, el Noroeste de América, Ecuador los mayas y los incas.

HOMENAJE A LOS VENCIDOS

José Alcina Franch, comisario de la muestra, señaló en la presentación ue con ella se trata de saldar una deuda con los vencidos y realizar un homenaje a sus muchos aspectos positivos, que han quedado enturbiados por la historia posterior, contada parcialmente.

"Hemos dado la vuelta a la valoración histórica tradicional que presenta a los aztecas como un pueblo cruel que hacía sacrificios humanos, para demostrar que se trataba de una de las culturas más refinadas de la época, capaz de producir obras de extremada belleza", explicó el comisario.

Aparte de las piezas epuestas, el catálogo realizado por Miguel León-Portilla, Eduardo Matos Moctezuma y el propio Alcina Franch, incluye hasta 240 obras, algunas de las cuales no han podido incluirse en la muestra porque no han salido nunca de Méjico, pero que resultan imprescindibles por su valor documental.

Las representaciones de animales, divinidades y personajes cotidianos, realizados casi siempre sobre piedra, junto con códices y poesías, constituyen el eje central de esta exposición, en la que se aprecia cómo el esultor tenía carácter de sacerdote y los relieves eran rituales.

(SERVIMEDIA)
01 Jun 1992
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