De esa cantidad, 19.948 millones de pesetas corresponden a los intereses que se ahorrará el Estado gracias al canje de pagarés del Tesoro al 5 por ciento por deuda pública especial al 2 por cien, con vencimiento a los seis años.

Los restantes 53.907 millonesson los ingresos adicionales que obtendrá Hacienda por las 73.545 declaraciones complementarias que presentaron quienes habían defraudado al Fisco en ejercicios anteriores.

Entre estos contribuyentes, muchos abonaron inmediatamente su deuda, hasta un importe de 24.650 millones ya ingresados en el Fisco, pero una buena parte hizo uso de la posibilidad de aplazar el pago de la cuota (para lo que hay un máximo de cuatro años).

Concretamente, la cuota aplazada ascendió a 29.257 millones de pesetas, d ellos 8.099 millones por el IRPF, 13.618 millones por el Impuesto de Sociedades, 6.041 millones por el IVA y el resto por otros tributos.

La cifra manejada en esta estimación es rigurosamente de mínimos, ya que se refiere el periodo anterior al vecimiento de la deuda pública especial. Será entonces cuando la regularización rendirá sus beneficios fiscales para el Estado, al quedar sujetos a tributación los fondos colocados en la deuda especial.

El volumen de los fondos aflorados en el conjunto deEspaña ascendieron finalmente a 1.733.927 millones de pesetas, de los que 1.037.874 millones correspondían a colocaciones en deuda pública especial y 695.953 millones a colocaciones en declaraciones complementarias.

De esa cantidad, 216.689 millones afloraron en el País Vasco y Navarra (159.503 millones en deuda pública especial y 57.185 millones en bases imponibles por declaraciones complementarias, según los datos facilitados por las Diputaciones Forales).

LAS RAZONES DEL EXITO

Según los expetos de Hacienda, cuando venza el plazo de la deuda especial y el rendimiento derivado de la colocación de los fondos empiece a tributar "será el momento en que la regularización fiscal manifestará de forma plena todos sus efectos sobre el déficit de caja a través de unos mayores ingresos tributarios".

A su juicio, la labor informativa y "la colaboración prestada por los asesores fiscales y demás entidades empresariales fue de gran utilidad" en el éxito alcanzado por la regularización fiscal, a pesar d los negros vaticinios iniciales.

"Es evidente", señalan, "que por mucho que la Administración informara acerca de las ventajas de acudir a la regularización fiscal, los clientes de esas entidades privadas sólo mostrarían plena confianza en la veracidad de dicha información si sus asesores fiscales así se lo ratificacaban".

"La campaña de envío de cartas a los contribuyentes con rentas ocultas y los casos de fraude en IVA detectados al final de 1991, fueron otros elementos que hicieron percibir a contribuyente que los medios de lucha contra el fraude estaban mejorandoy que la oportunidad que se le brindaba de acudir a esta regularización no debía ser desaprovechada", añade el informe.