Del dinero total aflorado, incluidos el País Vasco y Navarra, 1.032.030 millones correspondieron a la suscripción de deuda especial del Estado y 692.887 millones a la presentación de declaraciones complementarias.

Esta última cantidad, explicó Zabalza, ha dado lugar una cuota íquida de 53.907 millones de pesetas, de los que se han ingresado 24.658 millones, mientras que los 29.257 millones restantes han quedado aplazados.

Excluidos los territorios forales, donde la regularización depende de las propias haciendas locales, los fondos aflorados ascendieron a 1.517.239 millones de pesetas, de los que 878.471 fueron descubiertos mediante la suscripción de deuda especial y 638.767 millones, a través de declaraciones complementarias.

Esta última modalidad, ideada por Haciend para facilitar la declaración de dinero oculto, animó a 73.545 españoles a realizar una declaración complementaria en los diferentes impuestos por los que debían pagar tributos.

Así, las declaraciones complementarias al Impuesto del Patrimonio afloraron un total de 460.698 millones (un 63,3 por cien del total); las correspondientes al IRPF sumaron 119.675 millones (16,5 por cien); las del IVA, 87.204 millones (12 por cien), y las del Impuesto de Sociedades, 58.394 millones (8 por cien).

Por su prte, el dinero regularizado en Euskadi y Navarra sumó 207.678 millones de pesetas, de los que 153.558 millones fueron canalizados mediante la suscripción de deuda especial de las haciendas forales y 54.120 millones mediante declaraciones complementarias.

Antonio Zabalza valoró muy postivamente los resultados de la regularización fiscal, ya que, a su juicio, "los titulares de dinero negro han "respondido masivamente" al llmamiento del Fisco "para que pongan en orden sus obligaciones tributarias".

ambién dijo que los resultados obtenidos por el Gobierno demuestran la eficacia de la medida, "a pesar de las dudas que en su día mostraron algubnas fuerzas políticas".

Se mostró convencido de que el balance de la regularización fiscal "servirá para demostrar a la sociedad española que Hacienda está en condiciones de garantizar el cumplimiento de las obligaciones fiscales", y añadió que redundará en beneficio de todos, "porque es razonable pensar quie quién ha declarado ahora seguirá haciendolo en el uturo".

El proceso abierto en 1991 por el Gobierno para aflorar el "dinero negro" de la economía española es el último que tendrá lugar en España, según una enmienda a los Presupuestos Generales del Estado para 1992 introducida por el Grupo Socialista y apoyada por el CDS, IU y CiU.

Esta regularización supuso la suspensión de 1.500 inspecciones que en el momento de iniciarse estaba realizando Hacienda, y que una vez finalizada se reabrirán, según explicó el propio Zabalza.