Según una información que publica la edición digital de "The Guardian", recogida por Servimedia, la FSA admitirá que cometió errores en su supervisión del Northern Rock y criticará a los consejeros de la entidad bancaria por confiar en exceso en la financiación de los mercados monetarios internacionales en unos momentos en que ya se apuntaba la contracción crediticia.

Pero la FSA argumentará también que debe darse preferencia a diseñar las reformas necesarias para evitar la repetición de crisis similares a la de Northern Rock, más que a indagar en sucesos del pasado.

En consecuencia, señala "The Guardian", parece descartada una investigación al estilo "Enron" sobre si el primer ejecutivo de Northern Rock, Adam Applegarth, tenía información privilegiada cuando se embolsó más de un millón de libras (1,3 millones de euros) en 2007 al convertir en efectivo las acciones que poseía en la entidad.

La FSA, por su parte, ha purgado sus errores por las deficiencias en la supervisión del Northern Rock con el cese de Clive Briault, su director de la división de banca minorista, anunciada la semana pasada.