De esta manera, el máximo regulador de la aviación civil británica se une a la Comisión de Competencia, la Oficina de Comercio Justo y a varias grandes aerolíneas que ya habían solicitado anteriormente la partición del consorcio en manos de Ferrovial.

La Autoridad de la Aviación Civil británica señaló hoy que poner la propiedad de los más concurridos aeropuertos del Reino Unido en unas mismas manos puede conducir a "impedir, restringir y/o distorsionar la competencia".

Harry Bush, director de regulación económica de la CAA, señaló que "BAA goza de una muy fuerte posición de mercado en el sector aeroportuario del Reino Unido y tiene la propiedad de una serie de aeropuertos vecinos de los que, en otro caso, cabría esperar que actuasen en diversos grados como rivales y compitieran por las aerolíneas y los pasajeros".

La Comisión de la Competencia británica, que ya criticó el monopolio de los aeropuertos en un informe difundido el pasado mes de abril, tiene que hacer su pronunciamiento final sobre este asunto en los próximos meses, probablemente antes de que termine 2008.