EL REGLAMENTO COMNITARIO PUEDE PERJUDICAR A LA OFICINA ESPAÑOLA DE PATENTES

BRUSELAS
SERVIMEDIA

La Oficina Española de Patentes y Marcas podría ser una de las grandes perjudicadas si finalmente su homóloga a nivel europeo asume la gestión de la patente comunitaria. Esta es la principal preocupación de España, que considera además inadmisible que el régimen lingüístico de la Oficina Europea de Patentes, con sede en Munich, no vaya a inclui al español.

Los representantes españoles creen que el reparto de responsabilidades en el sector debería ser más equitativo que el proyectado hasta ahora, con el que se beneficia en su opinión a Alemania, Francia y Reino Unido con el pretexto de abaratar los costes del registro de invenciones.

Aunque aún no ha sido presentada oficialmente, la Comisión ya aprobó el pasado 5 de julio la propuesta legislativa para establecer un régimen comunitario de patentes que fomente la innovación y evite las ditorsiones ocasionadas hasta el momento por el hecho de que cada Estado miembro tiene un registro propio.

La propuesta del ejecutivo de la UE confiere a la Oficina Europea de Patentes, creada por un Convenio Europeo de 1973, la gestión de la futura patente comunitaria. Además, establece que las lenguas de trabajo de la organización sean el inglés, el francés y el alemán, y prevé la instauración de un tribunal de la propiedad intelectual para la jurisdicción de la UE.

De esta manera, se siguen las ecomendaciones que realizó el Consejo Europeo de Lisboa y que indicaban que la patente comunitaria debería ser una realidad jurídica antes de finalizar el 2001. Francia quiere que la cuestión avance lo más rápidamente posible, por lo que la ha incluido en el orden del día del Consejo de Mercado Interior del próximo 30 de noviembre y quiere que empiece a discutirse en el Consejo del próximo 28 de septiembre.

Sin embargo, es probable que España ponga pegas a la aprobación de un texto que, desde su puntode vista, presenta importantes deficiencias. Para empezar, España considera que la cesión de la gestión a la Oficina de Munich, que engloba además de Alemania a Suiza, Mónaco, Liechtenstein y Chipre, debe ser mejor estudiada para que sea más justa con todos los Estados miembros.

Además, los representantes españoles creen exclusivista el hecho de que la Oficina Europea sólo vaya a funcionar con tres lenguas, entre las que no se incluye el español, y se muestran preocupados por los perjuicios que la trasformación del reglamento vaya a acarrear a su oficina nacional de patentes.

(SERVIMEDIA)
25 Ago 2000
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