El presidente de los regantes, Andrés del Campo, reiteró a Servimedia que el trasvase de agua entre cuencas es "la solución definitiva" a los problemas existentes en las cuencas deficitarias. "El resto", dijo, "son soluciones complementarias y puntuales".

En concreto, se refirió a la alternativa de las desaladoras que recoge la nueva ley del Plan Hidrológico Nacional (PHN) aprobada por el Gobierno, que, en su opinión, sigue siendo una opción "inviable".

"Estamos pendientes de que se demuestren técnicamente las ventajas de este Plan A.G.U.A., porque seguimos pensando que la desalación es hoy por hoy inviable en el uso agrícola", insistió.

A su juicio, las desaladoras pueden ser una solución puntual y complementaria para el abastecimiento a poblaciones, pero no para la agricultura, que para ser sostenible debe ser competititiva. "Para uso agrícola es un agua muy cara y como solución es inviable", aseveró.

Sobre el debate político de este último año en torno a la derogación o no del trasvase del Ebro, Del Campo lamentó la politización que se ha hecho del agua. "Mientras todos se enfrentaban por el 'sí' o el 'no' al trasvase, la planificación hidrológica ha estado paralizada, y ahora, desgraciadamente, tenemos encima la sequía", denunció.

En este sentido, pidió al departamento que dirige Cristina Narbona que inicie cuanto antes todas las obras que recoge el anexo de la ley respecto a embalses y otros trasvases que no han sido derogados, como el del Júcar al Vinalopó.