Mediante un comunicado, la organización reiteró su satisfacción por la puesta en marcha de esta iniciativa, presentada hoy en rueda de prensa por la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, y por la titular del departamento de Agricultura, Elena Espinosa.

No obstante, Fenacore considera que todavía quedan varios "flecos pendientes" que es necesario clarificar. En este sentido, puso de manifiesto ciertas dudas sobre el modo en que las comunidades de regantes deberán realizar el seguimiento ambiental de la zona donde se acometan obras de mejora y consolidación, ya que "un excesivo control ambientalista puede ocasionar unos costes también excesivos para la agricultura de regadío que podría hacerla insostenible".

Por ello, solicitó que cualquier tasa o canon medioambiental adicional sea analizado previamente por las Administraciones correspondientes, con el fin de garantizar la viabilidad de la agricultura, de manera que los costes de producción sean asumibles por el agricultor y se utilicen, además, medios de producción respetuosos con el medio ambiente.

Por otro lado, Fenacore insistió en que la modernización de regadíos es "una condición necesaria para utilizar el agua con mayor eficiencia, pero no suficiente". "Para tener el agua garantizada es necesaria la realización de obras de regulación y trasvases intercuencas, entre otras medidas de gestión de la demanda", añadió.

"No podemos seguir dependiendo de la pluviometría y regar un año, sí; dos años, regar a medias; otro no regar, y estar siempre mirando al cielo por si llueve. En nuestro país, debido a la climatología, se necesita la infraestructura necesaria para tener asegurada el agua para el riego", sentenció Fenacore.

Además, lamentó que la elaboración de este real decreto no haya contado con la participación y el consenso de la federación.