Asimismo, Del Campo dijo a Servimedia que la difícil situación que está pasando el campo levantino se puede trasladar al resto del país el próximo verano si no empieza a llover. "Sólo nos queda confiar en que llueva durante los próximos meses", afirmó.

"El año pasado no hubo grandes problemas porque, aunque sí que hubo sequía pluviométrica, no hubo sequía hidrológica. Había agua en los embalses, con lo que la campaña de riego pudo salir adelante y fue aceptable", explicó el presidente de Fenacore.

El problema de este año es que los embalses están por debajo del 40% de su capacidad, con lo que habrá zonas que no tendrán agua para regar y la situación puede ser "catastrófica".

Respecto al decreto que se va a aprobar en el próximo Consejo de Ministros que contempla el trasvase de agua Tajo-Segura para consumo humano, pero no para regadío, Campos apuntó que es una medida "prudente".

"De aquí a dos meses no sabemos lo que va a ocurrir, pero probablemente en febrero, si no llueve,el Gobierno tendrá que facilitar a los agricultores agua para que podamos regar nuestros cultivos", apuntó.

Los agricultores lo único que piden al Gobierno, explicó Del Campo, es que nos garantice agua. "Los regantes tenemos que tener embalses, trasvases y todas las obras necesarias para tener agua y no como hasta ahora, regar un año bien, dos regular, otro no regar, porque entonces la modernización de nuestras zonas regables sería inviable".

Asimismo, el presidente de Fenacore denunció la falta de infraestructuras que existe a día de hoy en el campo español, por lo que pidió al Ministerio de Agricultura que agilice la puesta en marcha del Plan Hidrológico Nacional.