Asaja se ha manifestado en contra de varios puntos claves dentro de la reforma de la PAC, entre ellos la reducción del precio de intervención de los cereales en un 20%, propuesta por la Comisión Europea, ya que tal medida no iría acompañada de un incremento compensatorio de las ayudas.

También están en contra de la reducción en un 30% de la ayuda a las oleaginosas, porque en España supondría la práctica desaparición del cultivo de girasol, con graves consecuencias socioeconómicas y medioambientales en ciertas zonas del territorio español.

Respecto a la vitivinicultura, la propuesta de Francia es totalmente rechazada porque afectaría a la producción de vino español y, en general, "estos intereses franceses van no sólo en contra de España, sino en contra de toda la agricultura mediterránea".

Por el contrario, la actual propuesta del Ejecutivo europeo para el sector vitivinícola es "aceptable", según Asaja, pero nunca la intoducción de una cofinanciación para ciertas medidas de reestructuración del viñedo, ni tampoco disminuir la financiación prevista, como pretenden algunos Estados miembros.

En el apartado de los lácteos, Asaja pide un incremento de un millón de toneladas de la cantidad de referencia láctea española, que considera "insuficiente e injusta".

Con respecto al vacuno español, la asociación prevé que este sector perdería alrededor de 70.000 millones de pesetas con la reducción de los precios de intervencón en un 30% hasta el año 2002, tal y como recoge la propuesta de la Comisión.

Según el resumen de la valoración de pérdidas realizado por Asaja, la reforma causaría 58.420 millones de pesetas en pérdidas para los cultivos herbáceos, un total de 80.000 millones para el sector lácteo y 32.000 millones para el vacuno de carne.

Por último, y de cara a la reunión de esta tarde con la ministra española de Agricultura, Asaja se ha mostrado cauta con relación a los resultados que se pueden obtener. "Nostros queremos que se nos dé lo que no se nos dio en 1992", declaró Pedro Barato ante los medios de comunicación españoles. Aunque reconoció que el Gobierno español sí ha entablado diálogo con las asociaciones agrícolas del país, dijo que han faltado propuestas y consultas por su parte.