"Se abre una fuente de agravios comparativos entre productores con la misma actividad", dijo Arias Cañete, ya que la propuesta de Fischler conduce a una "renacionalización" de la PAC que supondrán diferentes ayudas, sin tener en cuenta la producción.

"Las ayudas totalmente desconectadas dificltan la política de ordenación de producciones y los ajustes sectoriales correspondientes", ha insistido el titular español de Agricultura, antes de puntualizar que la UE aborda esta reforma en un momento en que no se necesita.

Arias Cañete ha mostrado su "perplejidad, inquietud y preocupación", sobre todo porque el calendario de la PAC estaba previsto y cerrado hasta el 2006, salvo asuntos puntuales, y ahora se ha abierto un debate peligroso para los países del sur de Europa y que deja en entredicholos agricultores, que suponían cerrado el calendario de la PAC hasta dentro de unos años.

"No es una reforma urgente ni imprescindible en los momentos actuales y rompe la confianza legítima" de los agricultores europeos en los acuerdos anteriores.

No obstante, Arias Cañete reconoció que España había defendido la introducción de una cierta ayuda desligada de la producción, que con la denominación de ayuda a la multifuncionalidad, pudiera ponerse en marcha. Por contra, el modelo de Fischler es muco más burocrático y "no avanza hacia una simplificación, sino hacia una mayor complejidad de control" de las ayudas.

Finalmente, aseguró que garantizar las ayudas por debajo de los 5.000 euros puede "dar un tratamiento de favor a quienes no son agricultores en el sentido pleno de la política agraria", sin tener en cuenta las especiales situaciones de cada agricultor.