"En abstracto, ninguna huelga es buena ni creo que sea querida por nadie", dijo Jordi Sevilla, al ser preguntado en rueda de prensa por la intención de UGT de convocar una protesta generalizada en contra de la aprobación por decreto ey de la reforma laboral.

Sevilla consideró que nadie razona ya con la premisa "cuanto peor, mejor", al menos "desde que el PP ganó las elecciones", y consideró que la reflexión adecuada es si el Ejecutivo ha favorecido el diálogo o, por el contrario, "ha azuzado el fuego".

Como respuesta a su propia pregunta, Sevilla sentenció que la aprobación de una reforma laboral por decreto ley, la "curiosa" forma de reducir la temporalidad creando más contratos temporales, y "el boicot activo o pasivo" a ls negociaciones, no es precisamente una actitud favorable a la paz social.

Por todo ello, y a pesar de lamentar que las cosas "vayan mal", Jordi Sevilla se mostró partidario de situar "a cada uno con su responsabilidad", y culpó al Ejecutivo del actual clima de conflictividad social.