Fuentes del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales indicaron hoy a Servimedia que "lo primero que habrá que ver es a qué acuerdo llegan empresarios y sindicatos con puntos y comas, para que una vez trasladado el acuerdo al ministerio el equipo técnico estudie qué norma hay que aplicar a cada punto del acerdo".

Lo que parece claro es que la mayor parte de la reforma laboral se tramitará a través de una ley ordinaria, ya que introducirá cambios en el Estatuto de los Trabajadores, como la modificación del artículo 52.c, que hace referencia a las causas de los despidos objetivos, los cambios en contrataciones y algunos aspectos sobre negociación colectiva.

Las fuentes de Trabajo consultadas indicaron que si algún punto de los que acuerden empresarios y sindicatos afectara a derechos fundamentales, etonces debería tener cuerpo de ley orgánica, para cuya aprobación se necesitaría mayoría absoluta. Para la ley ordinaria, sólo se necesitaría una mayoría simple.

Además, las fuentes consultadas indicaron que también podría haber algunos aspectos que, al no tocar al Estatuto de los Trabajadores, se tramitaran como decreto-ley, con lo que sería convalidado después de entrar en vigor por el Parlamento, pero no pasaría el trámite parlamentario previo como en el caso de una ley ordinaria o una ley orgánica

Aunque los grupos parlamentarios tienen derecho a introducir las enmiendas que consideren oportunas en la tramitación de una ley, las fuentes de Trabajo consultadas se mostraron convencidas de que el posible acuerdo sobre la reforma laboral que finalmente alcancen los agentes sociales no sufriría modificaciones en el trámite parlamentario.

"Una vez que lleguen a un acuerdo los agentes sociales, lo normal es que el Parlamento no lo modifique", indicaron, al tiempo que afirmaron que "hasta el mometo no se ha dado ningún caso en el que vaya un tema totalmente consensuado por trabajadores y empresarios y luego se modifique en el Parlamento".