"Esto supone", según Greenpeace, "que en un mes de guerra España habrá gastado tanto en aportar ombustible a estos aviones como las inversiones previstas para desarrollo de las energías renovables en seis años". Recuerda, a este respecto, que las inversiones del Plan de Energías Renovables ascienden hasta 1995 a 146.000 millones de pesetas.

Para Greenpeace, la crisis del Golfo ha puesto de manifiesto que la dependencia del petróleo es "estratégicamente desastrosa" para España y también la peligrosidad de mantener centrales nucleares, ya que estas se convierten en objetivos militares prioritariosal desencadenarse una guerra. "Uno de los primeros objetivos aliados en Irak han sido las plantas nucleares", subraya.

La organización ecologista considera que existen alternativas al petróleo y la energía nuclear: las energías renovables y la eficiencia energética.

Según Greenpeace, a pesar de la escasa inversión realizada en España, "algunos sistemas de producción de energía solar y eólica son ya plenamente competitivos".

Por último, hace hincapié en que la utilización más eficiente de la nergía y el ahorro energético "evitan que aumente la demanda de energía y con ello la dependencia de fuentes energéticas contaminantes y no renovables como la energía nuclear, el petróleo o el carbón".