REDONDO Y GUTIERREZ CIERRAN FILAS EN EL PRIMERO DE MAYO PARA BUSCAR UNA "VICTORIA COMPLETA" EN LA NEGOCIACIN COLECTIVA

MADRID
SERVIMEDIA

Unas cincuenta mil personas participaron en la manifestación central del Primero de Mayo, que discurrió hoy en Madrid entre la Plaza de Neptuno y la Puerta del Sol. La marcha terminó con un mitín en el que Antonio Gutiérrez y Nicolás Redondo cerraron filas para intentar culminar la negociación colectiva de este año con lo que el líder ugetista llamó "una victoria completa".

Los sindicatos minoritarios USO y CNT-AIT celebraron sus propias manifestaciones or separado. En la marcha de USO, su secretario general, Manuel Zaguirre, criticó a los sindicatos mayoritarios por hacer "el paripé hipócrita de la unidad, después de estar todo el año mentándose a la madre".

La manifestación convocada por UGT y CCOO transcurrió en medio de un ambiente de fiesta, al que puso una nota de dramatismo la presencia de familiares y afectados del síndrome de la colza. Portaban bidones de aceite con crespones negros para reivindicar, en el décimo aniversario de la enfermedad una compensación económica para todos los afectados.

La marcha iba encabezada por una gran pancarta con la leyenda "Por el empleo y el progreso social", sostenida por sendas representaciones de UGT y CCOO con Nicolás Redondo y Antonio Gutiérrez a la cabeza.

A la manifestación se sumó Izquierda Unida, con una delegación encabezada por su líder Julio Anguita; el Partido de los Trabajadores de España, con una representación en la que figuraba Santiago Carrillo; la Confederación General del Trabajo;y diversas organizaciones sociales y ciudadanas.

No hubo ninguna representación formal del PSOE, pero entre los asistentes al mitín final era posible distinguir, confundidos entre el público, a Antonio García Santesmases, dirigente de la corriente crítica Izquierda Socialista, y el ex secretario de Estado de Comercio, Luis de Velasco.

HAY ALTERNATIVA

La marcha se cerró con un mitín en la Puerta del Sol, protagonizado por los secretarios regionales de CCOO y UGT de Madrid, José Luis Daza y Rodolo Benito respectivamente, y los secretarios generales de ambos sindicatos, Nicolás Redondo y Antonio Gutiérrez.

Redondo dedicó la mayor parte de su discurso a reclamar la puesta en marcha inmediata de un proyecto de política económica de izquierdas. "Es posible otra política económica y debe existir un proyecto de izquierda que haga posible que este pueblo pueda vivir en mejores condiciones", aseguró.

El líder ugetista afirmó que, "frente al lenguaje chato y romo de los tecnócratas, que parece unrecetario, y la idea de que sólo hay una política posible, es necesario decir que sí hay proyectos de izquierda racionales y asumibles".

Señaló que los sindicatos están ofreciendo ese tipo de soluciones y que tienen una voluntad firme de negociar "pero también de presionar e ir a los paros que sean necesarios para mejorar las condiciones de vida de los asalariados".

Redondo manifestó que está en "absoluto y total" desacuerdo con la política económica del Gobierno y, poniendo como ejemplo la polémca de la vivienda, acusó a la Administración de no haber pensado en soluciones hasta que el problema "ha llegado a límites insostenibles".

"VAMOS GANANDO LA BATALLA"

Por otra parte, Redondo y Gutiérrez cerraron filas para intentar culminar con éxito para los sindicatos la negociación colectiva de este año. "Vamos ganando la batalla, es evidente, pero la victoria tiene que ser completa y habrá que seguir movilizándose", afirmó Redondo.

Antonio Gutiérrez, tras señalar que ya se han firmado los covenios de tres millones de trabajadores, anunció que los sindicatos proseguirán "en la convocatoria de cuantas movilizaciones sean necesarias para desbloquear el resto de los convenios".

Lamentó que sean nuevamente "los gestores de las empresas públicas los que se llevan la palma del obstruccionismo. Empresas como Iberia, Telefónica y Hunosa, Casa, Enagás, Gas Madrid, las del Metal del INI se encuentran con topes inaceptables y ofertas de provocación".

El líder de CCOO se refirió también al pactode competitividad, del que dijo que "es como los Diez Mandamientos porque todo se resume en uno, la moderación salarial", al tiempo que insistió en que los verdaderos problemas de la economía española son los costes financieros y la falta de una política de calidad.

A su juicio, las reivindicaciones de la Propuesta Sindical Prioritaria (PSP) siguen vigentes. Los sindicatos reclamarán su cumplimiento, añadió, en cuestiones como la reducción de la jornada a 35 horas y la jubilación anticipada con el 100por cien de la pensión a los 35 años.

Censuró el concepto oficial de competitividad porque, a su juicio, olvida que los trabajadores desean el crecimiento de la economía no por si mismo sino en la medida en que genera una mayor oferta de servicios en sanidad, transporte y vivienda, además de posibilidades creativas de ocio no consumista que vayan más allá de "darse un paseo por el nuevo hipermercado".

Abogó también por un nuevo orden internacional en el que el 85 por ciento de los habitantes de l tierra no sean meros suministradores de materias primas y mano de obra barata para el restante 15 por ciento.

Pidió la abolición de la actual Ley de Extranjería, por entender que es un instrumento de persecución añadido a la "terrible marginación que sufre la ya numerosa colonia de emigrantes que han venido a nuestro país en busca de trabajo".

Finalmente, comentó también las consecuencias de la guerra del Golfo y se mostró convencido de que no ha resuelto ninguno de los problemas preexistentes yademás ha añadido el del pueblo kurdo.

(SERVIMEDIA)
01 Mayo 1991
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