Redondo hizo estas manifestaciones en la clausura del VI Congreso de la Federación de Trabajadores del Campo (FTT-UGT), en la que afirmó que le preocupa la concentración del poder político en un número cada vez más reduido de personas.

El líder ugetista criticó el proyecto de Presupuestos del Estado para 1992, al que calificó de "resumen de políticas anteriores y producto de un callejón sin salida al que ha llegado el Gobierno".

En su opinión, estos presupuestos contradicen la política antiinflacionista reiteradamente defendida por el ministro de Economía, Carlos Solchaga, ya que las subidas de las gasolinas y el IVA tendrán un impacto sobre el IPC que UGT estima en 1,5 puntos.

El líder ugetista censuró tabién los planes del Gobierno para reducir a la mitad la población ocupada en el campo, al mismo tiempo que se efectúan reconversiones en algunas de las industrias más importantes de España. "No se trata de excedentes agrarios, sino de seres humanos", apostilló.

Por otra parte, la principal resolución aprobada en el Congreso de la FTT-UGT es la exigencia de un contrato laboral por escrito para todos los trabajadores del sector, independientemente de su duración.

Los contratos, de acuerdo con la reolución ugetista, se clasificarían en fijos, fijos discontinuos y eventuales. Según UGT, el contrato escrito es un arma legal irrenunciable para mejorar las condiciones laborales de los trabajadores del campo.