El pasado 26 de julio, la Inspección de Servicios de la Complutense decidió abrir expediente disciplinario a dicho profesor a raiz de la denuncia de un grupo de alumnos, que le acusaron de realizar manifestaciones homofóbicas y de imponer la obligación de comprar un ibro de su autoría, "Historia de la Comunicación Social: de Altamira a Parque Jurásico", como requisito para aprobar la asignatura.

El expediente llega a la conclusión de que Hernáiz impuso a los alumnos "un manual de la asignatura, en el que la instrucción advierte falta de rigor e inadaptación a la docencia específica de la materia que le ha sido encomendada", según la nota de prensa difundida esta tarde por la Universidad Complutense.

Por contra, "no aprecia hechos o expresiones que permitan aribuir al profesor Hernáiz actitudes discriminatorias susceptibles de ser apreciadas como faltas".

En declaraciones realizadas en julio del año pasado, el rector de la Complutense, Rafael Puyol, señaló, en relación con este caso, que "los profesores son los agentes del servicio público de la enseñanza y, como transmisores de saberes y valores, deben ejercer su tarea de forma responsable".

Añadió que "la libertad de cátedra debe ejercerse en la condiciones de la verdad y el rigor científico" y subayó que "la ética de profesor le obliga a que sus opiniones no sean un testimonio exclusivo de la subjetividad".