LA RECONVERSION INDUSTRIAL HA COSTADO YA 1,5 BILLONES A LA ADMINSTRACION

MADRID
SERVIMEDIA

La reconversión industrial emprendida en 1983 ha requerido hasta ahora unas ayudas públicas próximas al billón y medio de pesetas, según una estimación realizada por Juan Vázquez, profesor de la Universidad de Oviedo, en el último número de la revista "Economistas", del Colegio de Economistas de Madrid.

Las ayudas se han canalizado en forma de subvenciones directas, préstamos y avales del Banco de Crédito Industrial, ampliaciones de capital y reposición de prdidas otorgadas a empresas públicas del INI.

Los excedentes laborales originados por la reconversión han sido de 91.306 trabajadores, según datos del Ministerio de Industria, de los que 22.717 se acogieron a jubilaciones anticipadas, 32.324 a fondos de promoción de empleo y 36.265 a bajas incentivadas y fórmulas de autoempleo.

Este nivel de excedentes representa el 32,5 por ciento de la ocupación inicial existente en los sectores afectados, y algo más del 10 por cien de los aproximadamente 850.00 empleos perdidos por la industria española en el periodo más agudo de la crisis.

El mayor número de excedentes se produjo en la siderurgia integral (20.076), seguida de la construcción naval (11.948), electrodomésticos de linea blanca (12.611), y aceros especiales (8.728).

INVERSIONES

Por otra parte, las inversiones realizadas entre 1983 y 1991 en los sectores en reconversión acogidos a ayudas públicas se elevaron a 756.822 millones de pesetas, de los que el 31,7 por cien correspondieron a lasiderurgia integral y un 24,9 por cien al sector textil.

Para el profesor Juan Vázquez, la reconversión "se ha traducido en una mejoría de la situación y de los resultados de las empresas y los sectores afectados, frenando su progresivo deterioro, evitando en algunos casos su práctica desaparición y creando condiciones propicias para su viabilidad futura".

Las medidas adoptadas permitieron reducir los costes laborales y financieros y aumentar la productividad, aunque al precio de fuertes recortesen los niveles de facturación, sobre todo en la siderurgia, los aceros especiales, los grandes astilleros y los fertilizantes.

A su juicio, "la reconversión ha resultado, sin duda, una operación imprescindible para evitar el derrumbe y garantizar la supervivencia, bien que en condiciones distintas, de segmentos básicos de la industria española".

Los puntos negros del proceso son, en su opinión, la escasa participación de la iniciativa privada y el relativo fracaso de las zonas de urgente industrilización en la recomposición del tejido industrial de las comarcas y regiones afectadas.

Además, el aplazamiento de algunas reestructuraciones creó "frágiles equilibrios que ahora parecen amenazar de nuevo con romperse y que ofrece, quizá como lección última tra su culminación, la necesidad de proceder a un ajuste y una adaptación permanente en el sector industrial".

(SERVIMEDIA)
28 Dic 1991
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