López es el más frme candidato a ocupar la Secretaría General del PSE en el Congreso de los próximos días 23 y 24 de marzo, a la vista de los resultados del proceso de elección de los 526 delegados a la cita asamblearia.

Según fuentes socialistas, el cándidato "in pectore" de los críticos con Nicolás Redondo Terreros ha conseguido 200 de los 326 delegados que se han elegido en Vizcaya y, por tanto, su elección dependerá de la suscripción de un pacto con los guipuzcoanos de Jesús Eguiguren al menos.

El presidente e los socialistas de Guipúzcoa ha obtenido unos 115 delegados, de los 154 que estaban en juego en ese territorio. Javier Rojo irá al congreso con el respaldo de 40 de los 46 delegados elegidos por Alava y, aunque su nombre ha sonado como posible candidato, él insiste en que sólo daría un paso adelante en caso de que un consenso amplio de los tres territorios le respaldase.

Los que han dado en llamarse "redondistas" han logrado alrededor de 100 delegados en Vizcaya y de 15 a 20 en Guipúzcoa, es decir, an conseguido algo más del 20 por ciento de los delegados, pero aún les queda por salvar el escollo de encontrar un candidato.

En los últimos días, la eurodiputada Rosa Díez se perfila como posible candidata de este sector, tras la negativa a presentar su candidatura de los alcaldes de Ermua, Carlos Totorica, y de Barakaldo, Carlos Pera.

Además, los partidarios del Nuevo Socialismo Vasco, que encabeza la guipuzcoana Gemma Zabaleta, han obtenido una representación residual de entre 15 y 20 delegads.

Los posibles candidatos están obligados a presentar en el congreso avales que sumen al menos el 10 por ciento de los delegados.

El proceso de elección de delegados está todavía abierto porque la agrupación de Portugalete está aun pendiente de celebrar su reunión que en principio estaba convocada para el día en que se produjo el atentado contra la concejala socialista de esa localidad, Esther Cabezudo.

Entonces la reunión quedó aplazada hasta el pasado martes en que se volvió a aplazar par el martes próximo. Se da la circunstancia de que el secretario general dimisionario del PSE, Nicolás Redondo, es militante de esta agrupación y, por tanto, queda aún por despejar la incógnita de si el antiguo líder de esta formación será designado delegado.