Las comunidades autónomas deciden su estrategia de vacunación frente a la rabia, lo cual es obligatorio en todas salvo en Cataluña, Galicia y País Vasco.

Asturias anunció recientemente que obligará a todos los perros, y no sólo a los potencialmente peligrosos, a vacunarse contra esa enfermedad. Este martes se celebra el Día Internacional contra la Rabia.

La RSCE abogó por extender la obligatoriedad de las vacunas a los canes a todo el territorio nacional, siguiendo el control veterinario que establece la estrategia ‘One Health’ (‘Una sola Salud’), avalada por organismos como la Organización Mundial de Sanidad Animal (WOAH, del inglés), de la que forman parte 167 países.

La estrategia ‘One Health’ plantea un enfoque fundamental en el marco del control de enfermedades. Las campañas de control veterinario y de vacunación son altamente eficaces para el control de la rabia en los países que las implementan.

En el caso de la rabia, es una enfermedad que se puede prevenir y la vacunación de los perros resulta muy efectiva. Constituye una vía esencial para conseguir erradicar la enfermedad y cumplir con la eliminación de la rabia para 2030, en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), según la RSCE.

Con una tasa de mortalidad de casi el 100% tanto en humanos como en animales, la rabia representa una amenaza mundial que mata a alrededor de 59.000 personas cada año.

Lo cierto es que se ha eliminado la rabia en Europa occidental, América del Norte, Japón, Corea del Sur y algunas regiones de América Latina, pero la rabia sigue presente en grandes zonas de África y Asia.

RESGO ALTO

La mayoría de muertes (más del 80%) se producen en áreas rurales, de ahí las necesarias campañas de concienciación fuera de las ciudades. Además, un 40% de los fallecidos son niños, según la Canina.

Las vacunas para perros pueden administrarse en canes a partir de los tres meses de edad y se recomienda la revacunación al año de la primera inmunización. Posteriormente, el protocolo vacunal dependerá de la duración de la inmunidad de la vacuna utilizada (en general, entre uno y tres años) y de la legislación vigente en la zona donde habite el perro.

“Lo idóneo sería una campaña de vacunación obligatoria para todos los perros en toda España, en línea con la estrategia ‘One Health’ y con los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Es importante reconocer la interdependencia entre la sanidad animal, la salud humana y el medio ambiente y para ello es necesario implementar el mejor control veterinario posible”, apuntó José Miguel Doval, presidente de la RSCE.

No en vano, España se encuentra en un riesgo alto de sufrir un brote de rabia debido a la baja tasa de vacunación canina, según un estudio epidemiológico de esa enfermedad impulsado por MSD Animal Health en colaboración con el Instituto de Inmunología Clínica y Enfermedades Infecciosas (Grupo YNMUN Biomedicina), y el Departamento de Sanidad Animal de la Universidad de Córdoba (Área de Epidemiología y Medicina Preventiva),

Este estudio indica que la situación en Cataluña es especialmente crítica, pues en 2019, 2020 y 2021 hubo una frecuencia de vacunación canina frente a la rabia muy reducida, con una 11,49%; un 11,80%, y un 11,51%, respectivamente.

AL MENOS EL 70%

La Organización Mundial de la Salud Animal (OMSA) recomienda la vacunación de al menos el 70% de los perros en las zonas de riesgo para reducir a cero los casos en seres humanos. La rabia, cuya tasa de mortalidad en el ser humano una vez manifestada la enfermedad es del 99%, está considerada como una enfermedad reemergente a nivel mundial debido a la aparición de nuevas variantes del virus que incrementan el número de reservorios.

Para Fernando Fariñas, coautor del estudio epidemiológico de rabia, director del Instituto de Inmunología Clínica y Enfermedades Infecciosas (Grupo Ynmun Biomedicina), “los virus no conocen fronteras”. “Un porcentaje de inmunización menor del 70% no sólo es un riesgo para la comunidad autónoma que decide no vacunar, sino que influye de forma igualmente notable en la inmunidad de población (inmunidad de rebaño) del resto del país”, comentó.

La OMS recomendó el 25 de julio de 1996 que España no dejara de vacunar a los perros y gatos bajo ningún concepto. Esporádicamente aparecen casos localizados en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla[. La cercanía geográfica con zonas donde la rabia es endémica y el movimiento de animales no vacunados que contactan con perros de aquellas zonas explican la aparición de estos casos.

Además, la llegada el año pasado de animales de compañía junto a refugiados procedentes de Ucrania, país donde la rabia es endémica, ha puesto en alerta a organizaciones como el Colegio Oficial de Veterinarios de Barcelona (COVB).