RECLAMAN UN "SALARIO EDUCACIONAL" PARA QUE LOS PADRES CUIDEN A SUS HIJOS
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La educación y el cuidado de los hijos constituye una labor imprescindible para la sociedad, pero actualmente discrimina laboralmente a los padres, por eso debe ser remunerada por los gobiernos. El Congreso Europeo para la Revalorización del Trabajo Educacional, que reune hoy y mañana en Frankfurt a expertos europeos, acaba de hacer un llamamiento a los estados de la Unión Europea para que pongan en marcha el "salario educacional".
La parejas que deciden tener hijos corren el riesgo de caer en la pobreza y depender de ayudas sociales, denuncian los organizadores de este congreso, la Coordinadora Alemana de Políticas Familiares y Sociales. En él también participan durante estas dos jornadas, representantes de España, Francia, Italia, Austria, Suiza, Suecia, Dinamarca, Noruega y Alemania.
"Educar a los hijos y atenderles es un trabajo apenas reconocido por la sociedad y no cuenta en la evaluación del Producto Interior Bruto", ha dennciado Hubert Bellert, presidente de la Unión Internacional de Organizaciones Familiares. "El trabajo en familia y el realizado fuera de su seno deben tener el mismo valor: en reconocimiento y en remuneración", ha insistido.
Cobrar por educar a los hijos animaría a muchas parejas a tener familia y así romper con el actual descenso de la natalidad. Además, el trabajo en casa dejaría de estar minusvalorado, ha explicado el profesor y organizador Christian Leipert. Los padres, según esta propuesta, recibrían un salario mensual por cada hijo menor de tres años. Esta medida, aseguran sus promotores, es viable económicamente en Alemania. El objetivo último es que este salario alcance a todos los hijos menores de 18 años.
Las mujeres constituyen una de las víctimas de la falta de reconocimento y remuneración del trabajo familiar. Un parón laboral les lleva a menudo a tener menos oportunidades para reincorporarse al mercado laboral, ha denunciado Leipert.
Los niños son las otras víctimas claras: granparte de los crecientes índices de criminalidad y violencia juvenil se deben a la ausencia de atención por parte de sus padres, por falta de tiempo. "Si los padres fueran pagados por el tiempo que pasan en casa atendiendo a sus hijos, se evitaría, en gran medida, este problema", ha dicho Leipert.
Además, una de las reivindicaciones de los grupos feministas, la división de tareas domésticas entre ellos y ellas no se conseguirá -ha asegurado el profesor- hasta que no se revalorice y se remunere este traajo.
Durante el congreso, también se han podido escuchar otras propuestas, como la de formar a los padres para que puedan educar mejor a sus hijos, e incluso conceder una ayuda consistente en un cheque a cada hijo. Esto iría en la línea de defensa de los derechos infantiles.
(SERVIMEDIA)
27 Mayo 1998
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