Los hechos ocurrieron en 1984 durante una operación de apendicitis, tras la cual Ivan Contreras sufrió daños irreversibles como consecuencia de un paro cardíaco que le dejó secuelas en el cerebro.

Ivan Contreras tiene ahora 20 años y compareció en el juicio para mostrar sus graves dificultades motoras, de concentración y de memoria.

En sus conclusiones definitivas, el fiscal pidó cuatro meses de arresto para el anestesista García Prado, por estimar que incurrió en una imprudencia médica punible que, a su juicio, merece mayor pena que otras imprudencias, al estar en juego la vida de las personas. También reclamó del Servicio Galego de Saúde una indemnización de 25 millones de pesetas para el joven.

Por su parte, la acusación particular estima que el anestesista es responsable directo de los hechos y pidió cuatro meses de arresto, además de las indemnizaciones al Insalud. La dfensa del anestesista reclamó su libre absolución.