Así lo defendió este miércoles la portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología Bea Hervella, quien repasó los principales resultados del primer estudio preliminar y provisional que busca “evaluar y cuantificar” la reciente ola de calor.

A este respecto, teniendo en cuenta esa “provisionalidad de los datos”, la portavoz de la Aemet explicó que, según el estudio, en la Península y Baleares la ola de calor comenzó el día 9 y se prolongó, “como mínimo”, hasta el pasado lunes, “a la espera de lo que suceda hoy”.

Según sus cálculos, eso supone una duración provisional, “como mínimo”, de diez días y la convierte “provisionalmente” en la tercera “más larga” en un ranking “encabezado” por la ola de julio de 2015, que duró 26 días, y la de agosto de 2003, que se prolongó 16.

“El tercer puesto ya no se lo quita nadie”, apostilló, para advertir de que, no obstante, “hay que esperar por si, finalmente, la cuenta se ve incrementada”.

En paralelo, la anomalía media también ha sido “muy elevada”, de 4,2 grados, por lo que, hasta el momento, es la máxima de la serie, si bien la portavoz de la Aemet quiso “recalcar” que es un dato provisional.

EL 14, EL DÍA MÁS CÁLIDO

El día más cálido del episodio fue el 14 y el de mayor número de provincias afectadas, el día 15, con un total de 36, lo que, según su experiencia, “la convertiría en la tercera de más extensión, empatada con otras tres más”.

“Es muy probable que este dato aumente cuando se incorporen al análisis el resto de estaciones”, añadió, para insistir en que, “como mínimo, hablamos de un tercer puesto en mayor extensión y es muy probable que suba de registro”.

“En resumen, estamos hablando, como mínimo, de la tercera en extensión y duración y aún podría aumentar esa cifra y, provisionalmente, la de mayor anomalía”, resolvió.

CANARIAS

Por lo que se refiere a Canarias, donde los datos, según la Aemet, sí pueden ser considerados definitivos, la ola de calor se extendió entre los días 9 y 11, afectó a las dos provincias y el día más cálido fue el 10, con una temperatura máxima de la ola de 37,6 grados y una anomalía media de 5,6.

“Es mucho y eso la convierte en una ola de calor destacable en cuanto a intensidad”, explicó, para agregar que, aunque la anomalía “puede parecer elevada y significativa”, existen “bastantes referentes con cifras superiores”. Entre ellos, citó junio de 2012, con una anomalía de 7,1 grados o julio de 2004, con una anomalía de 6,9.

Además, en relación con la temperatura máxima de la presente ola, se vio superada por los 39 grados alcanzados en junio de 2012.