En la defensa de la moción, el diputado Ramón Aguirre, destacó que la iniciativa pretendía "identificar el método más eficaz, rápido y intenso para que el crédito llegue a los hogares y a las empresas".

Asimismo, atribuyó el hecho de que no fluya el crédito al ciudadano a que "tenemos estrangulado al sector financiero" por lo que defendió su reforma, especialmente en lo referente a las cajas.

Además, la moción del PP solicitaba al Gobierno que se redujera la emisión de deuda de las administraciones públicas y que se impusiera un techo presupuestario que no permitiera déficit en 2010.

El motivo del rechazo de ERC, PSOE y CIU, que impulsaron enmiendas de sustitución, así como del PNV fue que dicha moción, de la que todos se mostraron de acuerdo con respecto a su objetivo de mejorar el acceso al crédito, no incorporaba medidas adecuadas para conseguir lo pretendido.

A este respecto, el portavoz de CIU, Josep Sánchez Llibre, afirmó que "pretendía cazar moscas a cañonazos".