Así consta en un informe elaborado por cinco profesores del Instituto de Estudios Fiscales y que lleva por título "La muestra de declarantes IEF-AEAT 2002 y la simulación de reformas fiscales: descripción y aplicación práctica", al que ha tenido acceso Servimedia.

La citada reforma de impuestos tuvo como líneas más destacadas la reducción del número de tramos de seis a cinco, con la rebaja del marginal del 48% al 45%, y del tipo mínimo del 18% al 15%.

El ahorro para los contribuyentes o, lo que es lo mismo, el coste para las arcas públicas, fue de 4.693 millones de euros, es decir, un 11,28% sobre lo que hubiesen pagado los ciudadanos sin la reforma.

Con ello, el ahorro medio para cada persona fue de 303,15 euros, lo que hizo que el tipo medio efectivo del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) pasara del 13,56% al 12,03%. El 75,4% de los contribuyentes vieron reducida su carga fiscal y ninguno la vio elevada.

Del total del coste de la reforma, el 49% obedeció a la modificación de la tarifa del impuesto. Además, un 11% obedeció a la deducción por maternidad para aquellas madres con hijos menores de tres años, y el 10% al incremento de las reducciones por rendimientos del trabajo.

LOS MÁS RICOS

La reforma aplicada por el PP benefició en mayor medida a los contribuyentes de mayor renta, según el análisis del Instituto de Estudios Fiscales, que revela que la reducción media de 303,15 euros se supera para el 40% de los contribuyentes con más ingresos, siendo inferior para el resto.

No obstante, "las mayores diferencias de ahorro" se encuentran entre los percentiles 97 y 100, dice el IEF, es decir, entre el 4% de los ciudadanos con más recursos.

En el caso particular de la última centila, la del 1% de los ciudadanos con mayor renta, la rebaja media de la que se beneficiaron fue de 3.706 euros, esto es, 12 veces más que la rebaja media (303,15 euros) y muy por encima de la de los ciudadanos con menos recursos.

El 12,23% de la rebaja impositiva, dice el Instituto de Estudios Fiscales, benefició al 1% de los ciudadanos de mayor renta. La capacidad redistributiva del IRPF, agrega el IEF, se redujo en un 2,32%, al bajar más los impuestos para las rentas más altas.