Del total de test realizados, 358.161 se han hecho en los laboratorios propios de cada comunidad autónoma y los 22.564 restantes se hicieron en el Laboratorio Central de Veterinaria de Algete.

Por comunidades autónomas, la de Extremadura es la que más análisis ha realizado con un total de 115.703 de los que resultaron 3 casos confimados, le siguen Castilla y León con 78.871 test y 16 confirmados, Cantabria con 33.485 test y 3 confirmados y País Vasco con 27.250 análisis hechos y 1 confirmado.

La comunidad que más casos de "vaca loca" registró en el año 2001 fue Galicia donde se detectaron 28 reses infectadas después de hacer 8.747 test, Asturias se sitúa con 11 casos y 19.260 test, Baleares registró 7 casos con 2.413 test, Cataluña tuvo 6 casos y realizó 12.153 test y Navarra también con 6 casos confirmados hizo un total de 1.32 test.

Andalucía, Castilla-La Mancha y Murcia registraron 1 caso de "vaca loca" respectivamente y tras realizar 26.248, 16.371 y 4.953 test de priones en cada caso.

En el resto de las comunidades autónomas no se halló ninguna res infectada por la EEB pero pese a ello en Madrid se hicieron 2.404 análisis, en Valencia 3.604, en La Rioja 22.051 y en Aragón 2.754.

En otra respuesta parlamentaria, el Gobierno asegura que un total de 80.886 animales mayores de 30 meses fueron sacrificados y transormados en harina de carne, hueso y grasa para su posterior destrucción.

La media de peso de las reses fue de 298 kilos, lo que significa que se han destruido más de 24 millones de kilos de carne durante el año 2001. Según el Ejecutivo no hubo necesidad de almacenar las reses porque todas fueron transformadas a continuación del sacrificio en harina.

Por la transformación de las canales, el Fondo Estatal de Garantía Agraria (FEGA) pagó a las plantas transformadoras 30 pesetas por kilo y por la incneración de la harina 6 pesetas por kilo.

Las plantas en las que se llevó a cabo el proceso fueron El Tejar (Córdoba), Lorca (Murcia), Jerez (Cádiz), Gádor (Almería), Termens (Lleida), Almassora (Castellón) y distintos vertederos.

La incineración con valoración energética de la grasa no tuvo coste en las plantas de Lorca, Jerez y Gádor, y se percibió por ella 1 peseta por kilo en las plantas transformadoras de Termens y Almassora, que la autoconsumieron.

Por la inhumacion en vertederos, el FGA abonó un promedio de 8,2 pesetas por kilo. En la actualidad, dice el Gobierno, está destruida toda la harina y la grasa resultante de la operación, con la excepción de 280 toneladas de grasa almacenadas en Galicia, que serán incineradas con valorización energética en las plantas ya citadas. Según las previsiones del Gobierno la operación debería estar concluida hoy, último día del mes de enero.