"Es un problema importante porque las prótesis valen mucho dinero y porque la estancia media de un implante de cadera es de 17 días. Además, los pacientes son personas mayores, la mayor parte con una patología asociada, que hace muy difícil mandarlas a centros concertados", añadió.

Matesanz explicó que en estos casos potenciarán la hospitalización a domicilio. "El paciente pasará los primeros días del postoperatorio en el hospitl y la segunda parte de su recupueración pueda pasarla en su domicilio, con ayuda de fisioterapeutas, personal de enfermería y médicos".

De esta forma, se elimina también el alto riesgo que las personas mayores tienen de contraer una infección hospitalaria cuando permanecen durante mucho tiempo en uno de estos centros, según el director general de Atención Primaria y Especializada.

El plan incluye un total de 54.471 pacientes, de los que una tercera parte esperan para ser intervenido de cataratas amígdalas y cadera.