LA REAL ACADEMIA DE LA LENGUA OFRECE UNA MISA POR LOS ESCRITORES FALLECIDOS, SIN MENCIONAR A ZAMBRANO Y CELAYA
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La Real Academia de la Lengua Española (RALE) celebrará esta tarde una ceremonia religiosa en la Iglesia de las Religiosas Trinitarias, por el alma de los escritores españoles fallecidos, especialmente del académico Ricardo Gullón. En la convocatoria, la RAL no menciona a la escritora María Zambrano y al poeta Gabriel Celaya, recientemente fallecidos.
Estas exequias, oficiadas en el templo donde reposan los restos de Miguel de Cervantes, tienen lugar cada año, en fechas próximas a la conmemoración de la muerte del autor de "El Quijote", y con ellas quiere la RALE "honrar a aquellos que cultivaron las letras hispánicas".
En esta ocasión, el oficio religioso será dedicado, en especial, a Ricardo Gullón, enterrado el pasado día 11 de febrero, Premio Prncipe de Asturias de las Letras en 1989 y elegido miembro de la Real Academia ese mismo año, en la que ocupó el sillón C.
También desaparecieron en lo que va de año otros dos escritores, María Zambrano y Gabriel Celaya, que no figuran en la convocatoria porque no profesaban la religión católica y, además, no eran miembros de la Academia.
Fuentes de la Real Academia señalaron a Servimedia que el motivo de incluir en la invitación al acto religioso la frase "exequias por el alma de cuantos cultivarn las letras hispanas, y en especial del académico Excmo. Sr. D. Ricardo Gullón" se debe a la vinculación a la RALE del autor de "Fin de semana".
Por su parte, el Ayuntamiento de Madrid tiene preparado también para esta tarde y a la misma hora que la ceremonia de la RALE, un acto de homenaje a Gabriel Celaya, al que asistirán el alcalde, Agustín Rodríguez Sahagún, y los poetas Carlos Bousoño, José Manuel Caballero Bonald, Leopoldo de Luis y Fina de Calderón.
Celaya, uno de los autores más represetativos de la denominada "poesía social", murió el pasado día 18 de abril y sus cenizas fueron esparcidas, por expreso deseo suyo, en las praderas de Hernani, su pueblo natal.
El último año de su vida, el nombre del poeta guipuzcoano se puso de máxima actualidad, cuando la opinión pública nacional conoció la grave situación económica por la que pasaba, de la que apenas nadie sospechaba nada, a pesar de que el poeta había recibido el Premio Nacional de las Letras en 1986.
(SERVIMEDIA)
25 Abr 1991
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