LA REACCION DEL SISTEMA INMUNOLOGICO A UN VIRUS PODRIA SER UNA DE LAS CAUSAS DEL AUTISMO

MADRID
SERVIMEDIA

Aunque hasta ahora no se ha podido determinar una sola causa que provoque el autismo, una investigación realizada por expertos de la Universidad de Michigan sugiere que la respuesta del sistema inmunológico a un virus podría ser, al menos, una de las causas de algunos casos de este desorden.

Los investigadores de Colegio de Farmacia de la Universidad de Michigan descubrieron que los niños autistas que habían estado expuestos a ciertos virus en el pasado tenían altos e inusuales niveles de anticuerpos en las proteínas del cerebro.

Los expertos sugieren en un artículo publicado en la revista especializada "Clinical Immunology and Immunopathology" que en estos casos se produce una reacción autoinmunológica.

No se ha podido determinar hasta ahora que una sola causa pueda provocar este desorden. Los expertos refieren señalar que tanto los genes como factores medioambientales -virus o productos químicos- pueden contribuir a su desarrollo. Por el tipo de anomalías encontradas en el cerebro de las personas que padecen autismo, los investigadores creen que las posibilidades de padecer este desorden crecen cuando algo interrumpe el desarrollo normal del cerebro.

La posibilidad estudiada por los científicos de la Universidad de Michigan se refiere a una temprana exposición a un virus que estimula la reacción de sistema inmunologico. Al producir anticuerpos para combatir el virus, el cuerpo también activa anticuerpos contra sí mismo, y el resultado es el daño a tejidos y órganos.

Esta reacción "autoinmunológica" es la que se encuentra en algunas enfermedades como el lupus. Algunos investigadores creen que una respuesta similar puede producir anomalías en el cerebro de las personas autistas.

Los investigadores de Michigan estudiaron los casos de 48 niños autistas y a 34 personas que no padecían este desoden. Midieron los niveles de anticuerpos contra dos virus, el del sarampión y del herpes, en la sangre de los individuos, y los niveles de dos anticuerpos del tejido cerebral. El primero es el llamado anti-MBP, un anticuerpo de la mielina, una sustancia grasosa que cubre las fibras nerviosas. El segundo es el llamado anti-NAFP, un anticuerpo de la proteína del filamento de las neuronas axiales.

Los niveles de anticuerpos fueron esencialmente los mismos para todos los casos, pero la mayoría de los niño autistas produjeron también autoanticuerpos cerebrales. Sin embargo, ninguna de las personas que no padecían ese desorden desarrolló ese tipo de defensa.

(SERVIMEDIA)
04 Nov 1998
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