La avería provocó un auténtico caos, especialmente en las grandes ciudades, donde los aeropuertos tuvieron que suspender vuelos, los semáforos dejaron de funcionar y muchas persona quedaron atrapadas en ascensores.

El rayo provocó un gran incendio que pudo ser controlado por los bomberos en una hora, aunque no sofocado totalmente. Pasadas las 6,30 de la tarde aún se podía ver desde distintos puntos de Barcelona una enorme columna de humo procedente del transformador afectado.

La tormenta que durante toda la tarde descargó sobre Cataluña, junto a la falta de fluido eléctrico, paralizó casi por completo la actividad en numerosas localidades.

Los trenes de Renfe también esultaron afectados, ya que un rayo dañó la catenaria, y poco antes de las 7 de la tarde el servicio aún no había sido restablecido. Según responsables de la compañía, los trenes de pasajeros fueron conducidos hasta las estaciones más cercanas. El Metro y los ferrocarriles de la Generalitat también quedaron paralizados.

Industrias y centros hospitalarios vieron alterada su normal actividad por la tormenta, por lo que tuvieron que utilizar grupos electrógenos para atender las necesidades básicas.

os semáforos de Barcelona, Lérida y Tarragona continuaban sin funcionar a última hora de la tarde, lo que está provocó un caos en la circulación e hizo necesaria la intervención de las policías locales para regular el tráfico.

En Tarragona, las centrales nucleares y las factorías petroquímicas también quedaron sin luz, aunque según el Gobierno Civil de la provincia la situación no supone ningún peligro.

En todas las ciudades hubo inundaciones de numerosos comercios y bajos de edificios, lo que hio que los bomberos apenas dieran abasto para atender las solicitudes de intervención.

La provincia de Gerona es la única que no sufrió corte del fluido eléctrico, ya que recibe el suministro a través de la compañía Enher.