El presidente de Ibrdrola, Iñigo de Oriol, destacó "la importante presencia y el compromiso de nuestra compañía con la Comunidad Foral, en la que llevamos operando desde hace más de 100 años".

Iberdrola invirtió 180 millones de euros en esta nueva instalación. Es la segunda central de ciclo combinado que la compañía eléctrica pone en funcionamiento dentro de un ambicioso programa que prevé la construcción de centrales con una potencia de 4.000 megawatios hasta 2005.