La Autoridad Olímpica Coordinadora de Estudios Ecológicos comprobó que en las 16 hectáreas adyacentes al Parque Olímpico habitaban más de 1.500 ejemplares de esos batracios verdes y amarillos, que suelen camuflarse en el entorno, como sucede con los camaleones.

El alto número de ejemplares hace que este espaci constituya el área más importante de la especie, ya que está prácticamente extinguida en otras donde tradicionalmente habitaba. Se trata de un espacio libre de peces depredadores de los batracios, por lo que las ranas pueden proteger sus huevos.