El socialista explicó que las empresas "necesitan que se identifiquen su etiqueta" en materia de RSC, con el fin de identificar a aquellas empresas que cumplen los requisitos de este comportamiento responsable, frente a otras que se ponen dicha etiqueta pero que, en realidad, sólo se ocupan de una cuestión de imagen hacia el exterior.

Las críticas de Jáuregui pasaron también por la "imposibilidad de encontrar unos parámetros medidores de la RSC" entre las distintas empresas y de "no encontrar una norma que establezca una etiqueta entre ellas", ya que hay que tener en cuenta que cada una de ellas desarrolla una realidad distinta a las demás.

De este modo, explicó que, en la actualidad, el concepto de empresa "está atravesado por unos nuevos agentes que obligan a ser socialmente reponsables", y que "configuran los conceptos de buen gobierno, entidad empresarial, transparencia y democracia" que exige una política laboral de recursos humanos "dignos", así como una política ecológica sostenible.

Entre estas necesidades del nuevo concepto de empresa enfocada hacia la RSC, el ente empresarial tiene que establecer "una buena relación con las instituciones", además de una "búsqueda de la excelencia con todos los empleados y con los medios de comunicación", según afirmó Jáuregui.

De cara a definir esta responsabilidad social que toda empresa debería cumplir, trasladó que, hoy por hoy, existe una revaloración del papel de la empresa en la sociedad, una nueva percepción de las empresas por parte de la sociedad, así como una nueva manera de participar de los propios ciudadanos en estas empresas.

Con una visión de futuro, Jáuregui predijo "algunos nubarrones" sobre la RSC en las empresas, ya que esta materia, "está sujeta a presiones, ventajas e inconvenientes".