Rajoy hizo en rueda de prensa este análisis de los resultados de los comicios catalanes tras mantener una reunión a puerta cerrada con el Comité Ejecutivo Nacional del PP, en la que Josep Piqué intervino con una lectura positiva de los 14 escaños cosechados por los populares.

La Ejecutiva del PP respaldó el balance "razonable" de Piqué y Rajoy al entender que, pese a perder un escaño con respecto a 2003, supone "mantener el resultado" y es mejor que los 12 diputados que consiguió en 1999, cuando José María Aznar estaba al frente del Gobierno de España.

Rajoy manifestó que quien debe "reflexionar" es el PSC, ya que ha perdido cinco escaños después de tres años de mandato al frente de la Generalitat, después de haber convocado elecciones anticipadas y después de cambiar al anterior candidato, Pasqual Maragall, por José Montilla.

Con estos resultados, vaticinó que Zapatero va a provocar una división interna en las filas socialistas si impone una alianza de gobierno con CiU, en lugar de reeditar el tripartito junto a ERC e ICV. Además, denunció que pactar ahora con Artur Mas para que en Cataluña gobierne la lista más votada supondría "hacer cosas distintas a lo que ha hecho en Galicia".

Recordó que, en su tierra natal, Manuel Fraga ganó las elecciones, pero se quedó sin gobernar porque, a falta de un escaño para la mayoría absoluta, Partido Socialista y Bloque Nacionalista Galego unieron sus fuerzas para impedir que el PP siguiese otra legislatura al frente de la Xunta.

También destacó que lo mismo ocurrió en Cantabria tras las elecciones autonómicas de 2003, cuando el PSOE cedió incluso la Presidencia al candidato menos votado, el regionalista Miguel Ángel Revilla, para evitar que pactase con el PP.

CIU: "POR DEBAJO DE LAS EXPECTATIVAS"

Rajoy comentó que el resultado de CiU está "por debajo de las expectativas", lo que hace que, ante los intentos de reeditar el tripartito, sus posibilidades de gobernar queden "cuando menos en discusión".

Pese a la lectura negativa de los escaños conseguidos por CiU y PSC, el presidente del PP reconoció que les corresponde a ellos iniciar conversaciones para tratar de configurar un gobierno que dirija la Generalitat durante los próximos cuatro años.

En lo que a su partido se refiere, Rajoy pidió a los integrantes del futuro gobierno, sean quienes fueren, que trabajen desde "el sentido común", que atiendan "los problemas reales" de los ciudadanos y que "no vuelva a haber pactos de Tinel ni firmas ante notario" para tratar de excluir al PP.

Son ese tipo de conductas, en su opinión, las que pueden haber provocado un incremento de la abstención en las elecciones y una aparición de un partido como Ciutadans. Por eso, recomendó "reflexionar" a todas las formaciones políticas.

Preguntado sobre el daño que Ciutadans podría hacerle al PP, Rajoy restó importancia a este fenómeno por tratarse de "cosas que pasan de vez en cuando" y, a modo de ejemplo, recordó la aparición en otras elecciones de partidos como Unidad Alavesa o el GIL, que años después han dejado de tener representación relevante.

Rajoy adujo, además, que Ciutadans "no tiene nada que ver" con el PP porque "son de izquierdas, son un partido laico y muchos de ellos apoyan la negociación política con ETA" que está promoviendo el Gobierno de Zapatero.

Aunque pudiera extenderse el fenómeno a otros puntos de España como Madrid, Rajoy comentó que "todo el mundo es libre para presentarse a unas elecciones" y se mostró convencido de que "Alberto Ruiz-Gallardón y Esperanza Aguirre volverán a ser alcalde de Madrid y presidenta de la Comunidad de Madrid". "No sé si el señor Sebastián o el señor Simancas tienen algo que decir sobre Ciudadanos de Cataluña", remachó.