Durante un acto en Alcalá de Henares de presentación de candidatos del PP a 27 alcaldias de la zona este de Madrid, Rajoy resaltó que en España vuelve a hablarse de corrupción ahora que el PSOE dirige La Moncloa cuando no pasó lo mismo en los ocho años de mandato de Aznar. "¿Por qué será"?", preguntó retóricamente.

Rajoy instó a sus candidatos a "actuar con sentido comun, a no crear líos donde no los hay, a ocuparse de los problemas de la gente, a respetar a los vecinos, a servir a los vecinos y a no hacer como los alcaldes de Ciempozuelos del PSOE".

El líder de los populares criticó que la solución que ofrece el PSOE para combatir los escándalos de urbanismo sea aprobar un decálodo o modificar la ley. "Eso no sirve para nada. La ley prohibe robar, por lo tanto no hay que cambiar la ley, hay que aplicar la ley", apostilló.

Rajoy señaló que lo que falta es "aplicar la ley" y recordó que es el Gobierno de España quien tiene las competencias para pedir a la Policía y a la Fiscalía que actúen contra quienes cometen delitos de corrupción, como presuntamente ha sucedido con los alcaldes socialistas de Ciempozuelos.

SENTIDO COMÚN

Rajoy recomendó a los 27 candidatos a alcalde que proclama esta mañana el PP de Madrid, con Esperanza Aguirre a la cabeza, a la que definió como "una presidenta colosal", que den "la batalla de las ideas pero sobre todo la batala de la lógica y del sentido común".

A su juicio, una de las principales responsabilidades de un dirigente político es "respetar a la gente" y ocuparse de los problemas que realmente interesan a los ciudadanos. Rajoy señaló que justamente lo contrario es lo que está haciendo Zapatero.

"Aquí tenemos un gobierno que se ocupa de algo, de lo que no le importa a nadie: de la memoria histórica, de Franco, de la Guerra Civil, de la República; se ocupa de lo que no le importa a nadie", dijo.

Por eso, Rajoy pidió a los candidatos del PP para las elecciones autonómicas y municipales de 2007 que den la batalla de "la razón, la lógica y el sentido común", frente a lo que hace el Gobierno de Zapatero en el resto de España.

Asimismo, criticó que el jefe del Ejecutivo no resuelva los problemas de la inmigración y de la economía y planteó como alternativa trabajar "con prudencia y moderación" para integrar a las personas que llegan a España y a abandonar el "tancredismo económico" de Zapatero.

Rajoy criticó que el Partido Socialista pretenda "vivir por los siglos de los siglos de la inercia y de la herencia" que recibió del PP, pero manifestó que "viendo lo que hacen en otras áreas, casi es mejor que no hagan nada".