Tras el anuncio del PP, de acciones legales contra el secretario de Organizción socialista, José Blanco, si no retira lo declarado a "El País", de que las privatizaciones esconden financiación ilegal del PP, Rajoy ha salido hoy a replicar ésa y otras imputaciones lanzadas ayer durante la sesión de control del Congreso.

"Hay que actuar con una cierta responsabilidad en el tratamiento de estos temas", ha dicho el portavoz del Gobierno, porque no es de recibo que la diputada socialista María José López acusara al asesor de Presidencia del Gobierno Pedro Arriola de obtener "pinges beneficios" en la privatización de Telefónica sin aportar un dato; o que el propio portavoz del grupo, Jesús Caldera, preguntara: "¿en calidad de qué participó el señor Arriola en una delegación de Estado para mantener conversaciones con la banda terrorista ETA?".

Mariano Rajoy, al que le tocó responder, cree que ambas son ejemplo de preguntas "no razonables". La primera, por acusar sin pruebas; y la segunda, porque en mayo de 1999, al día siguiente del encuentro Gobierno-ETA en Zurich, el entoncessecretario general del PSOE, Joaquín Almunia, tuvo puntual información de lo acontecido y de quienes integraban la delegación enviada por José María Aznar.

Esto último fue reconocido ayer por el mismo Caldera, quien, no obstante, insistió en que no se trata de censurar la presencia de Arriola, sino de esclarecer por qué se le permite simultanear asesoramiento al Gobierno, al PP, y a empresas como Telefónica o CajaMadrid.

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, el portavoz ha dich que el entendimiento entre PP y PSOE en el Acuerdo por las Libertades y contra el terrorismo funciona bien, pero tiene la sensación de que "para ver si logro embarullar las cosas", los socialistas lanzan insidias sin fundamento o formulan preguntas poco razonadas.

"No se me puede pedir que demuestre que (Arriola) no tiene contratos (con el Gobierno) porque es muy difícil de demostrar y porque tendrá que demostrar usted que sí tiene contratos", recalcó el vicepresidente primero en alusión a la pregunt de López.

Mariano Rajoy elevó a Zapatero la responsabilidad de esas actuaciones, y dijo que quien "autoriza este tipo de oposición", está obligado a pedir a los suyos que no mientan en el Parlamento.

DEFENDERSE ANTE LA OPINION PUBLICA

Fuentes del Ejecutivo reconocen que la salida de Rajoy obedece a la necesidad de defenderse ante la opinión pública de acusaciones que, si no son contrarrestadas, pueden dejar en el aire idea de que algo habrá.

Por eso, el "número dos" del Gobierno ha acudid hoy a su comparecencia semanal con estadísticas para rebatir la tesis socialista de oscurantismo en las privatizaciones.

Según Rajoy, desde 1996, el Ejecutivo ha atendido 201 solicitudes de comparecencia sobre esa materia, mientras que los últimos gobiernos de Felipe González, responsables de la primera oleada de privatizaciones, sólo admitieron 35 peticiones; Mientras que los gobiernos populares han comparecido para explicar todos los expedientes, los del PSOE, argumenta Rajoy, se fueron sin explica cómo vendieron Merco, Telefónica, Fertiberia, Sidenor ni Enasa.

EL PSOE rechazó hasta 1996 el de 25% de las comparecencias que se le solicitaron y el PP sólo el 4,9%. Por ejemplo, el presidente de Iberia ha comparecido 16 veces en el Congreso, el de Indra, una vez; el de Telefónica, tres; el de Tabacalera, cuatro; el de Repsol, dos; y el de Argentaria, dos.

Además, las privatizaciones del PP, añadió, obedecen a un plan público controlado por la Intervención general del Estado, por auditoría extena, y por una subcomisión parlamentaria (estudio 46 documentos en la pasada legislatura y 56 en esta), mientras que las del PSOE "se fueron haciendo por razones puramente coyunturales".

El PP optó por fomentar la salida a Bolsa, a beneficio de ocho millones de ahorradores, prosiguió Rajoy, frente a la "adjudicación directa" de los gobiernos de González, que propiciaron "historias ya conocidas", en alusión a casos de corrupción del PSOE.

"Lo equilibrado, lo justo, lo sensato", insistió, "es que separta de la presunción de inocencia de la gente", aunque si el PSOE y Zapatero quieren, el Gobierno y el PP están dispuesto a volver a comparar los dos procesos.

Respecto a las acusaciones de franquismo lanzadas en la conmemoración del 20 aniversario de la victoria socialista de 1982, Mariano Rajoy dijo irónicamente que "a estas alturas de la vida" utilizar ese argumento le tranquiliza porque le invita a pensar "que hay pocas posibilidades de que seamos sutituidos en el Gobierno".

"Esa historia y se acabó hace muchos años. Hemos vivido en España durante mucho tiempio los anuncios de los grandes males que podían ocurrir si ganaban la derecha, el franquismo, el doberman. Pues aquí se ha gobernado, se habrán hecho cosas bien, mal, pero no ha pasado nada", dijo Rajoy.

Al PP, comentó, le interesa que "los grandes estrategas" como Felipe González sigan saliendo a mezclar franquismo y aniversario socialista, porque "supongo que la sociedad española contemplará (ese mensaje) con cierta estupefacción" "El señor Zapatero, sin perjuicio de que ha dicho que mira al futuro, ha asumido la gestión de Felipe González con el que compareció públicamente. Tiene perfecto derecho a hacerlo, pero es un dato político significativo".