Durante un mitin en el Pabellón Puerta de Santa María de Ciudad Real, abarrotado por más de 3.000 personas, Rajoy destacó que su propósito es "gobernar para todos los españoles", incluidos los socialistas y quienes en los comicios de hace cuatro años votaron a Zapatero.

Aseguró que en su proyecto "caben todos los españoles" porque el problema del país "no es un problema ideológico", sino gobernar desde "el sentido común, la razón y la sensatez", al contrario de como, en su opinión, ha hecho el PSOE.

Rajoy ofreció un "cambio político" basado en "la tolerecia, la tranquilidad y los acuerdos" después de una legislatura en la que Zapatero "lo ha hecho muy mal". Según dijo, con el Partido Popular en La Moncloa "se puede hacer infinitamente mejor".

"España no es de derechas ni de izquierdas, es nuestra nación, más de 500 años de historia, un proyecto de vida en común. Es el momento de decir que queremos seguir siendo españoles, que hay que derrotar a los terroristas", remachó.

Rajoy se mostró convencido de que "va a haber cambio" político en España el 9 de marzo para recuperar la "tolerancia y la concordia" y especialmente para "unir y no dividir" desde el Gobierno.

AGRESIONES AL PP

En este punto, sacó a relucir los ataques sufridos en los últimos días por varios dirigentes populares como María San Gil, Dolors Nadal y los consejeros de la Comunidad de Madrid Francisco Granados y Juan José Güemes.

Los socialistas "son incansables", dijo Rajoy el mismo día en que el PSOE ha colgado una gran lona publicitaria en la Gran Vía de Madrid con una foto comparativa de dirigentes de uno y otro partido bajo el lema "No es lo mismo".

"La han tomado con el PP y conmigo, ya no saben qué decirme, soy su programa electoral", aseveró antes de argumentar que Zapatero se dedica a pedir el voto "para que no gane el Partido Popular".

Sobre esta tesis, Rajoy sentenció que "no hay balance y no hay gestión" después de cuatro años de gobierno de Zapatero porque durante toda la legislatura se ha dedicado a "crear problemas, organizar lios, no resolver nada, generar tensión y echarle la culpa a los que estamos aquí".

El candidato del PP a la Presidencia del Gobierno apuntó que él no quiere tensión ni dramatismo ni crispación, sino que pretende "hablar de España y de los problemas de los españoles" durante las dos semanas de campaña electoral.

Finalmente, bromeó con la propuesta de Zapatero de los 400 euros, algo que suele hacer en todos los mítines al entender que es "injusta" porque devuelve dinero al que gana un millón de euros mientras que el que cobra 9.000 euros anuales consigue "con suerte un abrazo".

Rajoy declaró que el inventor de esta propuesta no puede considerarse "ni socialista ni obrero" e incluso habría que considerarlo "dudosamente español", con lo que trató de arremeter contra el triple significado de las siglas del PSOE.